¿Quién fue el Capitán Eracasse?

¿Quién fue el Capitán Eracasse?

Dentro de la rica historia del Tarot, encontramos a veces ciertas variaciones en los estándares que resultan muy interesantes. Una de estas variantes sobre el modelo marsellés se aprecia en algunos mazos de origen belga, como el de Vandenborre y el de Jean Galler, fechados ambos entre 1770 y 1780.

En estos mazos apreciamos que el segundo arcano mayor no es la Papisa, sino un extraño personaje que se denomina, en ambos casos «Capitano Eracasse – Le’Spagnol». La figura muestra a un militar uniformado, armado con espada y con gesto de estar a punto de echar mano de ella.

Por su parte, el arcano número cinco, que representa al Papa, se convierte en el dios Baco (Bacus). El dios aparece sentado a horcajadas sobre un tonel de vino, bebiendo de una botella y adornado con parras y uvas.

Así que ¿quién era este capitán «español»? ¿Y por qué se dan estos cambios?

La palabra «Eracasse» que encontramos en esos tarots, no es más que un error tipográfico. El verdadero nombre de este personaje es Capitán «Fracasse», «Fracassa» o «Fracasso».

El Capitán Fracasso es uno de los personajes de la Comedia del Arte, un tipo de teatro popular improvisado que se desarrolló en Europa a partir del siglo XVI. Algunos personajes conocidos de este género son Arlequín, Colombina, Polichinela, etc.

Fracasso, también conocido simplemente como el Capitán, Matamoros o Fierabrás, es un personaje fanfarrón, que a la hora de la verdad, se muestra como cobarde. Su puesta en escena teatral, imita a una visión estereotipada de los soldados del imperio español: gran sombrero con plumas, enorme espada y voz poderosa. A veces se presentaba cubierto con una máscara en forma de gallo. En Francia se convirtió en Scaramouche, y en Bélgica, como vemos, era simplemente el «Capitán Español».

Bélgica, que era una provincia rebelde del Imperio español, recurrió a algo muy común en muchas naciones dominadas: burlarse de los dominantes como válvula de escape psicológico. De ahí nació el personaje teatral, que luego se trasladó al tarot.

¿Y por qué aparecen estos dos personajes, el Capitán y Baco? Simplemente por razones religiosas. No parecía correcto que el Papa apareciera en una baraja, y menos aún, la representación femenina del pontífice. Esto es algo que también vemos en la baraja suiza «1JJ», donde ambos personajes se sustituyen por Júpiter y Juno, respectivamente.

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