La nueva obra del último gran maestro del Tarot.
Autor: Nigel Jackson
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Confieso que esperaba ver el “Rose Tarot” de Nigel Jackson con grandes expectativas y hay que decir que no me ha decepcionado.
Nigel Jackson es, a mi juicio, uno de los grandes maestros vivos del Tarot. Este artista británico es experto en el ocultismo occidental, y su obra pone énfasis en el conocimiento mágico de la Edad Media y el Renacimiento. Así que cualquier nueva creación suya, despierta interés.
Como ya nos tiene acostumbrados, este Tarot de la Rosa es una obra completamente ideada y dibujada por el mago Jackson. Aquí, el autor se deja llevar por una serie de conexiones intuitivas entre los autores herméticos del siglo XVII, los masones del XVIII y los esoteristas románticos de comienzos del XIX. Que nadie espere ninguna conexión con los tarots derivados de la Golden Dawn o del ocultismo victoriano. Este es un mazo que bebe de fuentes clásicas y que sigue el esquema del Tarot de Marsella (aunque no del todo).
Las imágenes son del estilo que ya conocemos de obras anteriores (como el excepcional “Tarot de Nigel Jackson”). Cuerpos estilizados, rostros cuasi-alienígenas… Al menos hay que decir que, con el transcurso de los años, el amigo Nigel ha aprendido a dibujar los caballos. Algo es algo.
Cada arcano mayor merecería un análisis detallado, porque están repletos de simbolismo. Por eso, resulta imprescindible estudiar al libro adjunto. Voy a destacar algunas cartas:
- El Loco nos presenta al personaje como un caminante vestido de blanco, adornado por las rosas. Porta un bolso con las siglas C.R.C., que lo vincula con la Rosacruz. Su acompañante es un gato.
- El Mago es un alquimista y astrólogo.
- La Emperatriz es la guardiana de un laberinto.
- La carta de los Enamorados, muestra una boda entre un rey y una reina. Un ángel sella el enlace con una flecha de fuego.
- El Ermitaño es un peregrino con la concha de Santiago. Porta la leyenda “Lumen Naturae”, que significa “la luz de la naturaleza”.
- La carta de la Rueda contiene a los siete planetas astrológicos clásicos. Es totalmente diferente a otras ediciones de este naipe.
- La Templanza es una carta alquímica, como ya observamos en el Tarot de Nigel Jackson.
- El Juicio, nos muestra el renacer del Ave Fénix. Y el Mundo, contiene un amplio simbolismo cristiano.
El arcano menor muestra imágenes alegóricas, pero éstas no siguen el esquema Rider-Waite en todos los casos, sino que manifiestan un conjunto simbólico propio. Esto es algo que aprecio y que pocas veces se ve en un tarot contemporáneo: el esfuerzo del creador por mostrar un esquema particular, sin copiar lo que ha sido hecho con anterioridad.
Pero (y aquí viene mi crítica a este Tarot), estas imágenes alegóricas ocupan un espacio muy pequeño dentro del conjunto de la ilustración, apenas un óvalo que aparece rodeado por las figuras del palo correspondiente. Hubiera sido mucho más interesante organizar el contenido de otro modo.
Las cartas cortesanas siguen el esquema: Sota, Caballero, Reina y Rey. Pero en este caso, cada personaje (a excepción de los caballeros), recibe un nombre. Los reyes, de antiguos monarcas. Las reinas, de diosas, personajes bíblicos y mitológicos. Los pajes, de guerreros. Estas son las atribuciones:
- Rey de Copas: Carlomagno (rey medieval)
- Reina de Copas: Judith (personaje bíblico)
- Sota de Copas: La Hire (comandante de las tropas de Juana de Arco)
- Rey de Espadas: David (rey bíblico)
- Reina de Espadas: Palas (diosa conocida también como Atenea)
- Sota de Espadas: Ogier (caballero a las órdenes de Carlomagno)
- Rey de Bastos: Alejandro Magno (rey de la antigüedad)
- Reina de Bastos: Argine (reina de las hadas)
- Sota de Bastos: Lancelot (caballero del mito artúrico)
- Rey de Oros: Julio César (emperador de la antigüedad)
- Reina de Oros: Raquel (personaje bíblico)
- Sota de Oros: Héctor (héroe mitológico)
Las cartas son de buena calidad y el reverso, que muestra una rosa, admite el uso de invertidas.
En resumen, estamos ante una obra que interesará a aquellas personas que tienen interés por mazos diferentes a lo habitual, que no buscan tanto la estética, como la profundidad simbólica de un tarot. Aquellos que se interesan por la alquimia y la magia medieval, disfrutarán mucho con las alegorías que se muestran en casi cada imagen. Sin duda, es una obra para estudiar y para analizar con cuidado.
Quizás no sea el tarot más apropiado para consulta, ya que no todo el mundo va a acceder al complejo universo de estas cartas. Pero, como ocurre con todo lo excepcional, la obra de Nigel Jackson no es para las masas.
Por último, quiero dar las gracias a Laura, quien me regaló este magnífico Tarot.
